Un día de risa en risa
Como todos los días la hora de levantarme es un gran problema, siempre se quiere cinco minutos más de sueño que finalmente se convierten en media hora, hoy particularmente no cedí a todas mis intenciones de quedar en cama, debido a mi fuerza de voluntad y la ayuda de mi mamá quien a cada momento me está recordando ¡es hora de levantarse! ... va a llegar de nuevo tarde a clase! Y es así como me levanto, tiendo mi cama y me dirijo al baño; y seguidamente todos los pormenores para salir de mi casa y tomar el bus.
Son aproximadamente las 7:00 a.m, llego a la parada donde con unos cuantos acompañantes nos disputamos un lugar en el bus, pues es una hora o más de recorrido debido a que vivo en Piedecuesta, ya son las 7:15 y pareciera que todas las rutas fueran “Terminal” “Terminal” motivo que me permite deducir que mi destino es llegar de nuevo tarde a clase; hasta que finalmente llega la tan anhelada ruta, pero eso si lo del puesto era solo un sueño.
Me veo ahí toda pequeñita entre toda esa gente que al igual a mí se dirigen a sus trabajos a estudiar… etc. Unos con ropa formal, mujeres con sus tacones altos, pero también los informales y por que no los que ni se bañan y perfuman todo el bus con su mal olor o lo contrario los que se bañan en fragancia y causan en mi una particular rinitis; cosa con la que ya estoy acostumbrada y espero siempre al subir al bus.
Este día en particular se destaca un hombre que considero que tiene unos cuarenta y dos años aproximadamente quien se sube frente al concurrido barrio la Rioja, bueno pero esto no es lo raro o lo que en mi despierta curiosidad lo que quiero destacar es su naturalidad o seria posible decir su espontaneidad, que pareciera un comediante de un programa de chistes que sin importar los pasajeros da inicio a una gran presentación, se sube, saluda al conductor muy amablemente, sobra decir que no es común pues la mayoría de las personas que toman el servicio no se preocupan por saludar, este hombre con un acento no común de la región y una voz potente, pues todos las personas del bus lo oían a pesar de la emisora típica de rancheras y vallenatos que tenia el conductor a todo volumen, se queda parado en la registradora no por que quiera creo, sino por que no hay espacio; y empieza una especie de interrogatorio a todas las personas que están cerca de él; al conductor le dice “¿amigo como esta?, gracias a Dios hay trabajo, y estos días no se ha varado” a lo que el conductor de unos cincuenta años responde “no patrón lo que si tengo dañado es el timbre” y el señor empieza a gritar por el bus “si se van a bajar griten o mejor me hacen una seña que yo aviso”, todos extrañados nos mirábamos unos a otros, el señor seguía… no había quien lo callara, de lo que viera hablaba, decía cosas como estas:
“es que ahora si nos tienen jodios la cosa esta arrecha mano como dicen ustedes los santandereanos disque la Rioja barrio de ricos jum! Nos quieren es joder ya llevo tres días sin agua o no chata hermosa como decimos los bogotanos diciendo a la niña que iba a su lado a quien empezó a contar chistes a preguntarle cosas a lo que la niña respondía con una sonrisa tímida y fingida pues sentía que todas las miradas recaían sobre ella, todos o algunas personas no paraban de reír de escucharlo pues era inevitable, otras se les notaba en la cara la molestia y decían “por que no se calla” pero a él no parecía importarle y seguía con su presentación.
Es importante aclarar que no era de esos tipos que se suben a hacer un show y pasan por los puestos pidiendo colaboración, no, él era un tipo bien vestido elegante por lo que causaba extrañeza y asombro, una señora de edad que iba a su lado no paraba de reírse razón por la que creo en todo el recorrido no se callo, la señora entre tanta risa y ya con confianza se atrevió y le pregunto ¿por qué habla tanto? y él muy alegremente responde “soy así Dios me creo así o por tal razón soy asesor comercial y ahora me toca llegar a pelear, pues trabajo en una EPS” la verdad no comprendí el por qué de sus palabras pero pareció razón justa para la señora ; y es así como se me olvida que voy tarde a clase de risa en risa pues a mi parecer el señor tiene buen humor. Finalmente como si se tratara de la familia desea un gran día a todos y que almuercen dice él y se baja en el parque San pio; y a la vez un señor desocupa un puesto y me puedo sentar sin parar de reír todo el día al acordarme de los chistes y del humor del particular señor.
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