Mil y una preguntas por hacer, por responder. Mil y una ideas por escribir, por pensar, por vivir…

Mi primer experiencia académica y acercamiento a la lectura.

Leyendo mi propia historia llego ha recordar que ha avanzado el tiempo; parpadeo mientras escribo y siento que soy otra. Etapas han ido y vendrán a mi vida.

Ahora trato de recordar y aprender del pasado y es donde llega el recuerdo de mis primeras experiencias relacionadas a la lectura comprendiendo lo fundamental que fue para mi esos primeros pasos de la mano de mi mamá quién ha sido el peldaño que permite ser quien soy. Recuerdo que me encantaba que me contara historias y cuentos, especialmente me gustaba y hasta me sabia de memoria el cuento de "Caperucita Roja" no me cansaba de oírlo ¿no sé el por qué? tal vez porque en la infancia leer es lo mismo que soñar, que visitar otros mundos que sentimos que nos esperan en nuestro futuro. Es saciar nuestras ganas de vivir deseando ser el protagonista de muchas aventuras, es decir, vivir intensamente como solo es posible en nuestra infancia, y es así como cada día se fortalecía mi curiosidad fundamento de mis primeros años de vida, también no hay que negar que me fascinaba ver programas de televisión que despertaran en mí terror, como también las clásicas el chavo del ocho, cuentos de los hermanos Grimm y muchos que hoy no recuerdo.

Es entonces cuando llega mi vida escolar a mis cinco años, en el Liceo los cariñositos de Piedecuesta, a unos cuantos pasos de mi casa; recuerdo que sentía temor pero a la vez emoción de enfrentarme a ese nuevo mundo que se abría y se expandía a la simple relación de mis primos, mis papas y mi hermanita a lo desconocido, nuevos amigos y una nueva figura que me iba a guiar, Fabiola Rincón mi primera profesora, que la verdad la recuerdo por ser cariñosa, amable y comprensiva tanto que no corrigió mi particular forma de escribir que hoy todavía es motivo de risa y admiración. Además tenia un particular problema de escritura y lectura al confundir la "e" por la "a" lo que me costo regaños, lagrimas y por que no premios cuando las acertaba. Así descifre las primeras palabras mama, papa, nene y muchas otras combinaciones que fueron las que permitieron leer textos más complejos que eran agradables e interesantes para mí.

En mis primeros años escolares recuerdo las peleas de mi mamá por la realización de mis tareas y los juegos con mis compañeros, en realidad el acercamiento a la lectura se reducía a la de las labores escolares; para mí era más importante el juego y el cumplimiento de las tareas.
ya en cuarto se configura un nuevo cambio, el paso del pueblo al campo ya que por cuestiones económicas mis papas deciden trasladarse a vivir a Aratoca, exactamente a la vereda San Pedro a la finca de mis abuelos, ya las cosas cambian la escuela quedaba aproximadamente a cuarenta y cinco minutos de donde vivíamos exigía más esfuerzo, era otro ámbito totalmente desconocido, las caminatas por medio de arboles, maleza y animales que en ese momento causaban terror; adicionalmente el ambiente escolar era totalmente diferente, mis compañeros de curso eran solo cuatro, una niña y tres niños, se trabajaba con libros de texto a toda hora,es decir, el profesor era verdaderamente un todero que se enfrentaba a seis cursos en todas las materias, razón por la cual no se recibía la total atención y orientación por parte de él , sin embargo, es de admirar su labor como docente. Mi acercamiento a lectura se reducía a las que exigía los libros y cada vez que se daban celebraciones como lo eran el día de la madre, del profesor donde cada niño recitaba poemas, se hacían obras de teatro, canciones que eran agradables y fortalecedoras donde se reunía toda una comunidad.

Ya en el bachillerato en el Colegio San Luis de Aratoca me enfrente a la lectura de los primeros libros que relataban historias algunas interesantes para mí, otras totalmente ajenas; me di cuenta de nuevo de ese inexplicable sentir que causan las palabras al tratar de imaginar a través de las letras y recordé mis primeras experiencias en la lectura como lo era cuando mi mamá me relataba historias y cuentos.


"Cada paso que das hacia adelante
significa una historia que dejas atrás”.

Octavio Paz, Junio



Aprender a leer

Debido a la importancia de la lectura en la formación del ser humano nace la necesidad de conocer  cómo se aprende a leer en la escuela desde la perspectiva social  y el Ministerio de educación Nacional. Es evidente, que en nuestro medio existen problemáticas que no favorecen el pleno desarrollo de esta facultad en los niños, como lo anuncia el psicólogo Bruno Bettelheim y Karen Zelan quienes ofrecen orientaciones pedagógicas dirigidas al mejoramiento de ciertas incapacidades  que interrumpen dicho proceso de la palabra escrita.  

Siendo en la infancia leer  lo mismo que soñar, que visitar otros mundos que sentimos que nos esperan en nuestro futuro; saciando nuestras ganas de vivir deseando ser el protagonista de muchas aventuras como  se fundamenta esos primeros pasos hacia nuestra formación lectora, donde es primordial la educación que recibimos de nuestros padres y familiares cercanos, sin embargo, en la mayoría de los casos no se recibe la mejor instrucción o en los peores casos no se orienta en nada; relegando el papel formativo a la escuela, Bettelheim propone que la escuela debe actuar frente las influencias negativas del hogar con la actitud critica de los estudiantes y  la interpretación del maestro a los errores no como una simple incapacidad de descifrar sino como fruto de un sentimiento subyacente importante para el niño permitiendo en él una reacción favorable, es decir, despertando cierto interés por la lectura.

 Ya cuando el niño accede a una instrucción, ciertamente dicho a la escuela, es allí donde se enfrenta a un mundo desconocido que va más allá de la simple relación con sus padres. Esta  instrucción busca potenciarlo como persona educando su  mente y sus sensibilidades. El ministerio frente esto propone que la calidad pedagógica en las aulas colombianas depende, en gran medida, de la selección que se realice en cuanto a conceptos clave, enfoques y orientaciones pertinentes para el desarrollo del lenguaje, más que de la definición, al detalle, de una programación curricular rígida. Es decir, resulta más relevante la posición crítica y analítica del docente frente al trabajo del aula, que el seguimiento de un programa definido sin contar con su participación en la elaboración del mismo; y esto sólo se logra fortaleciendo los espacios de reflexión permanente e investigación sobre la labor docente. Esto tiene una gran contradicción por que así como lo anuncia Bettelheim  no existe la total sinceridad entre la relación del niño con el maestro  y con el sistema educativo al no seleccionar las orientaciones pertinentes en este caso de los libros de texto que no conducen a una lectura critica al no corresponder con los intereses educativos de los estudiantes, es decir, no muestran las experiencias y pensamientos de los propios niños  permitiendo a su vez,  leer por el hecho de leer como proceso formal o fin en sí mismo que deja a un lado la lectura por interés.
Todo lo anterior conlleva a que los niños sientan  fastidio a leer pendiéndose de la experiencia de ver la lectura no como el conocimiento de la utilidad práctica, sino  la firme creencia de que saber leer abrirá ante él un mundo de experiencias maravillosas, despojándose de su ignorancia, comprendiendo el mundo siendo dueño de su destino. 

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